Hacía un día perfecto para ir a la playa y tomar el sol, así que esta jovencita y su novio acabaron pasando la mañana bronceándose en la playa. Lo que pasa es que verse ligeritos de ropa les puso a ambos muy cachondos y ella llegó a casa con ganas de un buen «revolcón». De hecho nada más volver al apartamento, se quitó el bikini y saltó a chuparle la polla, hasta montarle en la cama y gemir de gusto mientras su pareja lo grababa todo con su móvil.