Estaba pasando un día tranquilo en la playa, cuando de repente al fijarse bien, vio como un matrimonio mantenía relaciones sexuales sobre la arena. El hombre se convirtió en un voyeur improvisado, escondió su móvil debajo de una toalla y gracias a eso pudo grabar esta escena sin que el atrevido matrimonio se enterada de nada.