Eran las fiestas de su pueblo y normalmente durante esos días los jóvenes se pasan bebiendo más de la cuenta y protagonizan escenas sexuales en público. Sin esperarlo, el que captó estas imágenes se convirtió en un voyeur improvisado. El caso es que cuando se asomó a su ventana vio a dos chicas y un chico teniendo sexo en plena calle y no dudó un solo instante en coger su móvil y grabarlo todo.