Si hay algo de lo que está orgullosa
Violet Myer de su cuerpo, es de tener unas tetas gigantes naturales. La morena se levanta todos los días y ni ella misma se cree que pueda tener semejantes tetas cuando se mira en el espejo. Siempre va muy escotada y una tarde tomando una copa con su chico, se dio cuenta de que él no paraba de mirarle los pechos y decidió agarrarle de la cabeza para ponérsela entre sus dos tetazas, lo que provocó que acabara follando intensamente sobre el sofá y ella acabando con una abundante corrida en sus tetas.