Tras unos días con dolores en su espalda,
Megan Winters fue a un masajista para que le hiciese un pequeño ajuste. Antes de subirse a su camilla, quiso darse un baño y sin querer, el profesional la vio desnuda e intentó disimular. Ella no le dio tanta importancia y de hecho quiso que la examinase allí mismo, pero cuando empezó a tocarla se fueron poniendo cada vez más cachondos. De hecho cuando ella vio y notó la erección que el masajista estaba teniendo, no dudó en aprovechar el momento para disfrutar de una follada rápida y sin compromiso en la misma ducha.