Hubo un motín en la cárcel justo el día que Stella Cox estaba de visita y un grupo de reclusos la cogió como rehén y la llevaron a una de las celdas. De repente, le quitaron toda la ropa a la fuerza y sin esperarlo en absoluto, se vio participando en un gangbang interracial bestial en el que su culo fue penetrado de manera salvaje por todos los presos.