Mientras tomaba el sol, esta negrita miraba de reojo al encargado de la piscina y él también a ella. Parece que los dos se tenían ganas, así que el joven decidió enseñarle las tetas y su coño sobre la hamaca para seducirlo. El chico no tardó en empalmarse y en acercarse a ella para ponerle la polla delante de la cara, y aunque la joven le hizo una mamada al aire libre, finalmente lo invitó a su apartamento a rematar la faena con una follada de lo más intensa y morbosa.