Era una jornada de trabajo como otra cualquiera, salvo que la secretaria Staci Carr parecía más caliente que nunca y en cuanto se quedó sola con un compañero de trabajo, fue a su despacho para comentar una pequeña duda, pero al final no pudo evitar seducirle usando su cuerpazo. La chica acabó sin bragas y poniendo a tono al chaval, que no se pudo resistir a darle sexo salvaje en el despacho, dándole duro sobre la mesa y arriesgándose a que cualquiera les acabase pillando.