Desde que salen juntos, esta rubia vive una vida de lujos y recibe todo tipo de regalos de su novio. Una noche cenando el chico le regaló un dilatador anal y en principio, a la jovencita no le hizo mucha gracia. Pero al día siguiente y tras pensárselo un poco, ella fue quien sorprendió a su novio llevándolo metido en su culo, en una clara declaración de intenciones. Y es que en cuanto el camarero del hotel les dejó a solas, ella quiso sentir su polla dentro de su culo en una follada anal junto a la piscina inolvidable.