Desde que da clases particulares a este chico, siempre ha notado como el chaval desvía la mirada hacia su escote. Sabe muy bien que el chico desea probar sus melones, así que una tarde a solas la profesora decidió darle una pequeña recompensa por su rendimiento. Le invitó a acompañarla a la cama y una vez allí le exhibió su cuerpazo en lencería. La madura descubrió que ese jovencito era todo un semental, ya que le metió una follada brutal.