Quería enseñarle su casa a esta guapa rubia que conoció estando de fiesta, yendo directamente a la sala de juegos. Tenía una mes de billar y dardos, pero la chica prefirió jugar de otra manera. De hecho empezó a meterse mano ella solita, hasta ponerle cachondo perdido. Entonces fue cuando los dos se subieron sobre el tapete del billar a follar de manera intensa hasta correrse juntos.