Recientemente Eva Berger compró una nueva alfombra y estaba esperando a que le llegase a casa. Cuando apareció el repartidor, le dijo el lugar donde quería que la colocase y una vez puesta, no pudo resistirse a probarla y empezó tocar la textura con sus dedos y el resto de su cuerpo. Verla de rodillas en el suelo le puso la polla muy dura al joven repartidor y al final, lo que hizo la pelirroja fue llevárselo a la cama para darle su correspondiente propina en forma de sexo anal y mamada profunda.