Mi tía está empeñada en que me convierta en una experta en el sexo, al menos como lo es ella. Tanto es así, que una tarde me citó en su casa y me tenía preparado una grata sorpresa, quería que su marido me metiera una gran follada delante de ella para ver cuales eran mis capacidades, y la verdad es que además de disfrutar muchísimo, le demostré que lo del sexo no se me da nada mal.