No es la primera vez que acudo a esta joven masajista y la verdad es que nunca antes había pasado nada entre nosotras, pero no se si fue culpa de mi falta de sexo o que ella estaba más cachonda de lo normal, el caso es que lo que empezó siendo un masaje de lo más normal terminó convirtiéndose en mi primer orgasmo lésbico y la verdad, es que no estuvo nada mal.