Mientras entrenaba, Viktoria Sweet vio como entre ella y un cachas del gimnasio saltaba una pequeña chispa. No dejaron de mirarse durante todo el rato, hasta que el tipo se fue a la sauna a sudar la gota gorda. La morena le acompañó con solo una toalla encima, hasta pedirle un masaje que fue calentando la situación entre los dos. Luego ella se fijó en la brutal erección que estaba teniendo y no quiso desaprovechar la oportunidad para meterse semejante pollón en la boca y para gozat de un polvazo inolvidable en la sauna.