Este atrevido matrimonio siempre aprovecha las vacaciones de verano para hacer lo que durante el resto del año no puede, y como norma general aprovechan para disfrutar de todo tipo de experiencias sexuales que ayuden a mantener viva la llama del amor. Este año tocó disfrutar del mar y la playa, y por supuesto no desperdiciaron la oportunidad para tener un polvazo de lo más morboso sobre la arena con vistas privilegiadas al océano.