Mientras tomaban unas copas, dos amigos estuvieron charlando y uno de ellos retó al otro a ligarse a una morenaza que estaba en la barra. Tenía pinta de zorra y al final demostró serlo, bailando y exhibiéndose en la discoteca de manera descarada. Al final, los dos se fueron al baño y cuando el chico le mostró su polla, ella no dudó en empezar a chupársela como una auténtica viciosa. Cerraron la puerta para que nadie pudiera molestar y junto al lavamanos follaron intensamente y rápidamente mientras ella no paraba de gemir de placer.