Liza Del Sierra, una auténtica latina caliente, encerrada en casa con dos negros portentos, solo podía acabar de una manera: con sexo salvaje. Estaban aburridos y ella se puso a zorrear para calentarlos, al final, se pusieron tan cachondos que pasaron del jardín a la casa y le hicieron una doble penetración con sus enormes rabos que ella no podrá olvidar en la vida.