Kristen Scott es una joven gamer muy puta pero muy viciosa. Su chico la pilló en mitad de una partida y ella no estaba dispuesta a dejarla por nada del mundo, pero él tenía otras intenciones. Comenzó a tocarla para llamar su atención, pero ella seguía jugando, y al final tuvo que ir al grano para desconcentrarla: la penetró con fuerza. Solo así ella se olvidó de su juego y por fin se pusieron a follar como animales.