En un primer momento habían quedado para jugar los cuatro al póker en una habitación de hotel mientras tomaban buen vino, pero poco a poco el alcohol fue haciendo de las suyas hasta que al final decidieron dejar la partida para más tarde y se pusieron a disfrutar de un gangbang inverso en el que el hombre se tuvo que esforzar al máximo para satisfacer a las tres golfillas.