Layla Rose fue al hospital para hacerse un chequeo médico tras tener unas pequeñas dolencias estomacales, la doctora nada más verla supo que estaba como una rosa, así que no dudó en aprovecharse de ella sexualmente. Primero le toqueteo los pechos su antojo y luego la puso a cuatro patas sobre la camilla para inspeccionarle la zona vaginal, le abrió los labios y comenzó a comerle el coño hasta ponerla cachonda y acabar las dos disfrutando de una follada lésbica totalmente inesperada.