Desde que contrató a su nueva sirvienta tetona, este hombre no para de mostrarse muy exigente con ella, ya que le gusta que todo esté perfecto en su pedazo de mansión. La chica obedece a todo lo que le pide, demostrando ser muy sumisa para conseguir mantener el empleo. Tanto es así que una tarde, sorprendió a su jefe en el dormitorio, mostrándose desnuda y a cuatro patas sobre la cama. El hombre al verla no pudo resistirse y al final, le dio duro a su empleada y juntos experimentaron una follada muy salvaje.