Tras dormir sus ocho horas y despertarse más fresca que una rosa, a Kendra Lust le apeteció desayunar una buena polla y una buena follada mañanera, para ello al único hombre que pudo recurrir fue al encargado de la piscina, el cual además de tener un cuerpazo espectacular, resultó ser un auténtico follador nato que fue capaz de llevarla al más intenso de los orgasmos.