Los padres de Christen Courtney querían que la chica aprendiese inglés, así que contrataron a un profesor particular para que le diese unas cuantas lecciones. El problema es que la colegiala es toda una golfa y durante las clases, no paró de flirtear con el profesor usando su lengua y su escultural cuerpazo. El maestro intentó resistirse por todos los medios, hasta que un día acudió a las clases necesitado de sexo y muy salido y acabó desahogándose follando con la alumna. Un polvazo con todo lujo de detalles que terminó con la colegiala recibiendo una abundante corrida por toda la cara.