Como buena latina que es, esta brasileña tiene un culazo descomunal y siempre suele usarlo para poner cachondo a sus follamigos. En este caso, se citó con un chico francés que en cuanto vio sus nalgas, acabó empalmado casi al instante. Después de hacer twerking y de chuparle la polla, fue directa al grano y lo único que quiso hacer fue practicar sexo anal. Es su mayor pasión y con lo que más disfruta, así que acabó gozando mientras su nuevo amigo le abría el trasero a pollazos.