Tras llevarle su flamante coche al mecánico, esta gordita asiática se puso cómoda en su sofá esperando a que el técnico le diera presupuesto para su arreglo. Pero cuando fue a hablar del tema con ella, se la encontró con el vestido subido y tocándose el coño delante sus narices. Al verla tan ofrecida no dudó en seguirle el juego y al final, aceptó el trabajo a cambio de probar su chochito, desfogándose con la sexy oriental y con sus curvas en una follada monumental juntos.