Esa mañana, Abella Danger se levantó con un tremendo calentón que casi no podía ni controlar. Llevaba días sin correrse y estaba que se subía por las paredes. Menos mal que siempre tiene a mano a un buen amigo con el que puede contar para tener sexo y nada más tenerlo delante, la joven no paró de tener orgasmo y más orgasmos corriéndose a chorros en varias ocasiones demostrando que además de ser multiorgásmica, es cierto que estaba deseosa de sexo.